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Es en un día tan especial como en el de hoy cuando vuelvo a recurrir a mi viejo blog por última vez. Un blog que me ha acompañado durante casi 5 años en mis buenos y en mis malos momentos. Un blog que me ayudó a crecer como persona y que me sirvió de apoyo cuando más lo necesitaba y al que ahora digo adiós. No por aburrimiento ni por tristeza, si no porque simplemente ya no lo necesito, he encontrado mi camino. Intentaré mantener toda esta «lección de la vida» concisa, pero la cosa va a ser difícil. Tengo tantas cosas que decirte que he ido guardando para este día que seguramente acabaré olvidando alguna. Mi vida ha cambiado tanto desde que tenía 18 años que me hace gracia pensar en mi mismo hace tanto tiempo. Todavía recuerdo incluso cuando tenía 16 años. Mucha gente dice que los mejores años son los del colegio, cuando tienes 14-16 años y la vida todavía te sonríe, yo discrepo. Es ahora, a los 18, cuando realmente comenzarás a encontrarte a ti misma como persona. Empezarás a descubrir cosas de las que ni siquiera habías oído hablar antes y el mundo se abrirá a tus pasos. Te sentirás intocable.

Los 4 años que te vienen por delante serán quizás lo que más trabajo requieran, pero al mismo tiempo, también serán los que te vayan formando como persona adulta. Rodéate de gente de la que siempre aprendas algo, rodéate de gente que te haga crecer como persona y evita las conversaciones con personas venenosas. Las conversaciones más interesantes surgen con las personas que menos te lo esperas. Al mismo tiempo, las personas que te critican y te subestiman son las que menos esperan tu éxito e irónicamente son las que a mi más me ayudaron al principio (el deseo de demostrarles que se equivocaron fue mi mejor amigo en mis años de universitario).

El termino adulto acojona, y he de admitir que ni yo mismo me siento todavía un adulto. Legalmente ambos somos adultos, pero mentalmente todavía nos queda un largo camino. Quizás yo esté un poco más «adultizado» que tu (por nuestra pequeña diferencia de edad que apenas se aprecia a simple vista), pero me sigue quedando mucho camino por delante. Lo que quiero decir es, que será ahora cuando empezarás a establecer tus ideales, será ahora cuando te darás cuenta de que tienes mucho más a ofrecer de lo que crees y será de aquí a 4 años cuando mirarás atrás y te darás cuenta del increíble cambio que has tenido.

Sin embargo, jamás hay que olvidar de dónde vienes. Acordarse de vez en cuando que eres humano te ayuda a mantener tus pies sobre la tierra y a no dejar que el ego se coma la personalidad. Subestimarse no es bueno, pero sobrestimarse tampoco ayuda. Rodearte de gente que te diga la verdad es a veces triste, pero también necesario. Valora tus amistades universitarias en lo que te aporten como persona y serás capaz de desarrollar nuevas aptitudes así como habilidades. Y sobre todo, jamás te cierres a nuevas experiencias. Estoy seguro de que irás descubriendo todo esto por ti misma, pero tener un hermano mayor que ya te haya dado la brasa sobre todo esto antes de que llegue es parte del pack cuando naces como hermanita pequeña.

Porque en el fondo, para mi, siempre seguirás siendo mi hermana pequeña de 4 años. Y sé que has crecido, que tienes 18 años y que vas a empezar la universidad, pero en mi mente todavía eres la pequeña cabezona de la casa. La que cuando le pegaban un tortazo no soltaba lágrima y además pedía otro porque no le dolía, la que aunque llegase a casa cubierta de sangre todavía no soltaba ni una lágrima. Siempre he valorado y admirado esa cualidad tuya, eres dura y cuando pisas lo haces con fuerza. Crecer junto a ti como hermano es uno de los mejores regalos que he tenido en la vida y no pasan dos días sin que me preocupe por ti. Todavía sigo viendo de vez en cuando esos vídeos que grabábamos cuando éramos pequeños y he de admitir que aunque den un poco de vergüenza siempre logran robarme una sonrisa. No me da vergüenza decir que he tenido junto a ti los mejores momentos de mi infancia, y que no cambiaría ni un solo segundo de los que he pasado a tu lado por todo el oro del mundo. Todo cuanto espero a partir de ahora es que aproveches cada día al máximo y que no te vayas ningún día a la cama sin haber sonreído antes, porque no te puedes ni imaginar lo duro que es ver tristeza en una cara tan bonita como la tuya.

Feliz 18 cumpleaños Janire. Espero que pases un día absolutamente estupendo y que no te hayas dormido entre semejante parrafada. Un abrazo enorme y un beso todavía más grande aún si cabe.

Te quiero, de corazón.

Omar

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